Con el buen sabor inicial que supusieron los conciertos de Hidrogenesse, Trepat y Leon Benavente (especialmente este último), Pamplona se prepara para una Navidad de conciertos marcada por el Festival Santas Pascuas. El día 25, después de la comida de Navidad, y como viene siendo habitual desde hace dos años en la sala Zentral, habrá una reunión de altos vuelos de la escena pamplonica que contará con Souvenir, Athom Rumba, el zaragozano Bigott y con miembros de El Columpio Asesino a los platos. Una reunión que promete por lo poco que se prodigan estos grupos locales en nuestros escenarios, como el caso de Souvenir, y por disfrutar de una tarde entre amigos en la que poder realizar la digestión mientras movemos el cuerpo al ritmo de temas como “Body Clock”.

La segunda fecha, el lunes 26 de diciembre, y en un escenario de corte más íntimo como es la pequeña sala de cámara de Baluarte, será el turno de dos mujeres con mucha personalidad. Alejada de su faceta de pop más comercial desde hace años y rodeándose de grandes colaboradores en este segundo acto en España, como Raül Fernández Refree o Steve Shelley de Sonic Youth, Christina Rosenvinge traerá su pop susurrante junto al de otro peso pesado de la canción en euskera como es Anari. La de Azkoitia es pura intensidad poética; los no euskoparlantes, prueben a leer sus letras traducidas, llenas de simbolismo y desgarro emocional.

La última fecha, el 28 de diciembre, y en el mismo escenario de la sala de cámara de Baluarte, nos traerá al americano Micah P. Hinson y a Maika Makovski. El primero, un contador de historias con voz profunda en la más pura tradición folk americana, cuenta con una biografía llena de momentos turbulentos, aspectos que lleva a sus canciones a modo de exorcismo. La segunda, una de las voces más bonitas de la escena nacional, vendrá a presentar “Chinook Wind”, un trabajo intimista que sin duda se hará más disfrutable en la sala de cámara de Baluarte.

Santas Pascuas realiza con este cartel una declaración de intenciones con la buena música para acabar y empezar el año, un festival que esperemos que se prolongue en años venideros y que siga aunando la escena local con algún invitado de corte internacional.