Sin salas de conciertos y música en directo somos un poco más pobres . Iniciamos un repaso en este post a todas las persianas de locales musicales de nuestra ciudad que permanecen cerradas sin vistas a una apertura a corto plazo.
Aquí está el directorio de salas y garitos que mantienen viva la llama de la música en directo y las sesiones de club. Cuando pase la pandemia puede que algunos no vuelvan a subir su persiana. Cruzaremos los dedos para que no sea así.
BAR TXINTXARRI (SAN FRANCISCO 26)

El Bar Txintxarri se ha convertido por méritos propios en el bar del sonido indie de Pamplona. En su reducido espacio se han podido ver conciertos de bandas nacionales emergentes, el apoyo a la escena local y sesiones de indie, trap u otras músicas ayudando a establecer un contrapunto al soniquete más comercial característico de la noche pamplonesa.
Por su escenario se ha podido ver a gran parte de la escena indie del país; Carolina Durante antes de pegar el pelotazo, Joe Crepúsculo, Los Ganglios, Hidrogenesse, Los Bengala, Cariño y un sinfín de nombres del pop independiente. Además, sus sesiones de indie atraen a un público entre universitario y «viejoven” que sigue aferrado a una manera de salir en la que la música sigue siendo importante.
SUBSUELO ( PLAZA DE CASTILLO, 44)

Subsuelo es últimamente más conocido por sus tardeos multitudinarios y por llevar todo el ambiente universitario al centro de la ciudad. Sin embargo ha sido siempre parte importante como sala de pequeños conciertos en el centro de Pamplona.
Por allí ha pasado Coque Malla antes de que llenara auditorios, el Uzta Festa, Nuria Graham, Monte del Oso, La Makala Jazz Funk Band, Anni B Sweet, Gregario de Luxe, Lichis, Alex Ubago y multitud de bandas locales que han llenado de música el local antes de que empezara la algarabía nocturna.
Bajar por sus escaleras ha sido siempre encontrar la profesionalidad en la manera de enfocar la noche para todos los públicos.
NICOLETTE CLUB DE RITMO ( TEJERÍA, 36)

El Nicolette, el Nico. Hace 20 años nacía con la premisa de agitación y baile y ahí está, resistiendo a las modas pasajeras con espíritu indomable. Lo que nació como un negocio de hostelería nocturna con una mentalidad abierta y multidisciplinar se acabó convirtiendo en la escuela de música electrónica de muchos djs y artistas gráficos ( todavía imprimen Flyers!) .
El bar con más carisma en lo que a LGTBI se refiere en Pamplona no es solamente eso. Allí cada fin de semana se concentra un público fiel de gente de todas las edades, razas y opciones sexuales que buscan pasarlo bien sin malos rollos a ritmo de buen house. Esa masa disfrutona acompaña al club en cada fiestón de aniversario, nochevieja, noches de San Fermín interminables y demás fiestas de guardar.
Porque ese es el sonido que define al Nico en su andadura, el house. Por allá han pasado grandes nombres del género de la escena nacional como JL Magoya, Jesus González o Rayko . Además los djs locales han ayudado a crear un sonido Nicolette . Hablamos de Garcynoise como principal valedor de este sonido , Txabi Hi-fi, Sonntag, Mr Absolutt o Budin o ya de la nueva escuela como Piek, Göo o Bohemian&Garnich entre otros.
GARAZI TABERNA ( CALDERERÍA 36)

El Garazi es probablemente el local con mayor programación de conciertos de Pamplona. El bar donde Barricada tocaron en el 86 y el favorito de El Gran Wyoming. No importa el día de la semana en el que estemos, es casi seguro que el Garazi está abierto y si está abierto hay algo sobre su escenario. Una programación abierta en la que cabe el rock, el metal, la música urbana, el reggae o el jazz.
Con vocación en ocasiones de servicio público al permitir foguearse a muchas bandas y músicos de jazz que recién acaban de salir del ensayo, el Garazi es siempre punto de encuentro de quién busca ver algo antes de salir de juerga al módico precio de cero euros.
Llevado de manera personalísima por Marisa Marco, la mujer que es parte del patrimonio del casco viejo de la ciudad, el Garazi es uno de los pocos bares de Pamplona que puede jactarse de ser punto de encuentro de todas las tribus urbanas.
CAVAS DISCO ( JUAN DE LABRIT, 7)

En la cuesta de Labrit, el Cavas es otra de las salas de conciertos que aportan color a la paleta musical de la vieja Iruña desde el año 1967, año en el que se inauguró como sala de fiestas-discoteca diurna y nocturna. Aunque su núcleo duro de asistentes viene de sus noches de hip hop y música urbana donde han traído a pesos pesados como Sho Hai, Morad o Frank-T, por su escenario también han pasado artistas de metal, flamenco, indie o rock&roll. Así a bote pronto recordamos a Triangulo de Amor Bizarro, Bigott, Za!, Israel Fernandez, Arizona Baby, Jony Kaplan, Vulk, Los Ganglios o Linda Guilala. A todos estos nombres se suma el apoyo a la escena local , permitiéndonos todos ellos el lujo de poder escuchar música en directo en las distancia corta que una sala de estas características permite.
En horario crápula recoge a toda la gente del casco viejo que busca una alternativa a los ritmos más comerciales de las discotecas. Dependiendo del dj unos días toca indie, otros rock, otros ritmos del mundo… Siempre dirigiéndose a los oídos curiosos de la gente que quiera escuchar y moverse con sonidos que van de los años 60 a la actualidad.
ROCKOLLECTION ( OLITE, 12)

Si ya es difícil sacar un proyecto de sala de conciertos adelante, el más difícil todavía supone inaugurar en medio de la pandemia. Es el caso de Rockollection en la calle Olite, que comenzaba su andadura con el nuevo curso a primeros de septiembre de 2020.
Esta nueva idea de sala de conciertos toma el relevo de La Carbonera y busca ser una continuación de la misma, teniendo como principios que la música no muera, el apoyo a los músicos locales y disfrutar del directo cada fin de semana.
En la antigua sala se han podido disfrutar de certamenes de cantautores, grupos tributo y por encima de todo un apoyo a la música hecha aqui. Entre los artistas locales que se han fogueado en la sala de la calle Olite están The Modern Soul Gang, The Lazy Daisy Band, Correcaminos, Gussy Los Hollister o Andrea Santiago entre otros muchos.
KRAWILL HARD BAR ( C/ CARMEN , 9)

Si eres o has sido joven metalero es muy difícil que no hayas caído en una ocasión por este local de la Calle del Carmen.
Krawill es el bar del metal en todas sus variantes; el heavy, el hard rock el trash, el death, el black y todos los subgéneros posibles. Con una clientela entusiasta y fiel como la del propio género, el bar se mantiene ajeno a las modas del momento y es el lugar al que se acude los días que no hay concierto para escuchar los grandes éxitos del metal y cada una de las novedades de los grupos noveles que buscan su sitio en la escena.
El bar acoge grupos grupos que giran por toda la península y fue en 2019 El lugar donde hicieron un mini concierto Koma en 2019 antes de su baño de masas meses más tarde en el Navarra Arena . Famoso por ser un punto de encuentro de la juventud ( y no tan juventud) metalera que encuentra en este lugar el ambiente divertido de bar-heavy-de-toda-la-vida.
Después de más de 300 presentaciones en directo, el Krawill se ha convertido en una de las salas de más solera en lo que se refiere al metal en Pamplona.
LA URBANA (NAVARRERÍA, 13)

La Urbana comenzó hace ya casi 8 años como bar que es una mezcla de todo. Un poco de pub, un poco de bar de tapeo, un poco de discoteca. Es el lugar donde se reúne la gente moderna de la ciudad y el garito que en sus buenos ratos les gustaría tener en Malasaña o el Born.
Famosos en la era prepandemia por los vermús que se alargan hasta tarde y por sus grandes celebraciones en días de guardar que siempre vienen acompañadas de buena música, ya sea pop, funk, disco, house o petardeo.
En esos días especiales han caído por allá gente tan variopinta como Miqui Puig, Chelis, La Habitación Roja, Diego Rj de Radio 3, Jesús Ordovás, Diana Aller, El columpio, Telexketch, Alfred Adler, Funkfatale… Por la noche los pinchadiscos locales animan el cotarro y es campamento base de muchos colectivos de djs que realizan allá sus fiestas temáticas por lo que lo de bar musical se lo tiene más que ganado.
TERMINAL ( CALDERERÍA, 19)

El Terminal, el Termi. Abrio sus puertas en el año 1986 pero desde entonces se ha convertido en un clásico de la parte vieja. Desde ese año comenzarón las presentaciones en directo en su escenario de grupos que luego han estado en la cresta de la ola. Allá tocaron Platero y Tu o Pereza antes de dar el estirón y convertirse en bandas de estadios. Zea Mays, Letz Zep, Nuevo Catecismo Católico, King Putreak o Flitter además de muchos grupos internacionales han estado en directo sobre el escenario del Termi. El lugar que en tiempos era fiel a sus citas entre semana en una ciudad en la que tan difícil es sacar a la gente a ver algo si no es fin de semana.
Con un público y ambiente familiar, el Terminal es de risas, kalimotxos, chupitos de licor de mora y grandes partidas de futbolín que se alargan.
INFERNU TABERNA ( SAN AGUSTÍN, 4)

Infernu Taberna es el bar que comparte con el Krawill el gusto por los sonidos más duros . Los más viejos del lugar lo recordarán como Txukinden pero en 2011, el local situado entonces en Navas de Tolosa se trasladaba a su ámbito natural, la Calderería.
Su público no puede ser más amplio, de la chavalada que ronda los 20 a los más veteranos del lugar a los que les une el gusto por el punk, el rock y el metal. Este espectro sonoro se ha ido ampliando por la incorporación de nuevos clientes debido a uno de los secretos mejor guardados de la parte vieja. Infernu Taberna se ha especializado en cervezas, mojitos, gin tonics y cocktails con una elaboración cuidada que les ha valido ganar varios premios y que rompe el mito de que para beber bien hay que ir a un gin club o cualquier otra coctelería pija.
A pesar de su reducido espacio sobre su escenario se ha podido a ver a gente como Eraso, El Altar del Holocausto, Rise To Fall siendo muy importantes los conciertos aniversarios en los que han aparecido sobre sus tablas bandas como Las Culebras, Lendakaris Muertos o Surfin Kaos. No menos importante es la celebración del Infernu Fest, en la que trasladaban todo el ambiente del bar durante dos días a la sala Zentral.
NÉBULA BAR ( SAN FRANCISCO, 24)

El rock underground en pamplona tiene solo un nombre, el Nébula.
Creador por si mismo de una microescena de grupos que han saltado a los medios nacionales como Exnovios, Los Jambos, Melenas, Juarez, Jon Ulecia, Germán Carrascosa o Río Arga, el Nébula ha sido punto de encuentro de músicos con inquietudes comunes en torno al rock and roll. Todos los integrantes de los citados grupos intercambian instrumentos, bandas, chupitos en la barra y conciertos los fines de semana que está abierto el bar.
Con un público fiel que roza la militancia como dicen ellos, el sótano del Nébula ha sido testigo de grandes conciertos que han engrandecido su fama de ser algo más que un bar musical. Allí se ha podido ver artistas que difícilmente veremos en otros escenarios. Demasiado pequeños para grandes recintos, demasiado grandes y costosos para grandes audiencias en Pamplona. Hablamos de Steve Wynn, King Kang & BBQ show, The Parsons Red Heads, Scott McCaughey, The Gories, The Sadies entre otros artistas venidos de USA, Europa o el resto del estado.
Por las noches los djs a ritmo de rock, punk, pop, glam o garaje, te pinchan siempre en vinilo una selección musical para finos paladares. Al Nébula muchas veces se entra pero no se sabe como se sale.
INDARA ( YANGUAS Y MIRANDA, 2)

La sala Indara llegaba a finales de 2017 para desarrollar una nueva oferta de ocio en la ciudad. El modelo a seguir iba a ser el de café teatro. De esta forma en su espacio se podría disfrutar de gastronomía, monólogos, coctelería, conciertos y otros espectáculos.
Mucho más conocida por ser lugar de tardeos y por su ocio nocturno de música más comercial, la sala se compone de un gran equipamiento y de dos espacios diferenciados con un ambiente cálido para los shows en directo lo que, junto a la estructura, la decoración y una ubicación en el centro de la ciudad constituyen los puntos fuertes frente a otros espacios.
Allá se ha podido ver a Gatibu, Lisabo, Depedro, Califato, Carlos Chaouen, Martires del Compás, Ana Popovic, Carvin Jones o Mikel Erentxun en el ambiente íntimo y con el buen sonido que ofrece la sala.
KATOS DISCO ( JUAN DE LABRIT, 5)

Katos Disco es un club de música electrónica situado en la cuesta de Labrit . El Katos disco tiene licencia de discobar pero es más que un discobar. No por su tamaño o decoración, si no porque cada fin de semana programa djs nacionales y locales que han ido forjando poco a poco su idea de sonido y de club con la que se ha granjeado una comunidad de fieles.
Su histórico de programación dice que cada semana durante los últimos 15 años han estado apareciendo por la cabina del club la flor y nata de la escena nacional ( y a veces internacional) de la música electrónica( techno,disco, house, hip hop…) . Toda una leyenda como Justin Robertson, las noches antológicas de Alejandro Paz, Ewan Pearson, Matias Aguayo, Rex The Dog con sus maquinitas, Chimo Bayo en la previa sanferminera, Kyodai, Interfront, el colectivo de Discos Paradiso, Javi Frías, Sho-Hai, Frank T, Abu Sou, Dj Zero, Chelis, Gameboyz… Artistas todos ellos que en clubes de Madrid o Barcelona estaríamos hablando de pagar una entrada de 18 euros con (una mala) consumición los trae el Katos gratis a la puerta de casa para hacerte bailar.
Al Katos se va a bailar y sudar hasta altas horas. Un local que es una forma de vivir, socializar y abrirse a músicas nuevas. Club pequeño, noches grandes.
ZENTRAL ( MERCADO DE SANTO DOMINGO)

Zentral abrio sus puertas en Diciembre de 2014 con la actuación de “Achtung Babies”, un tributo a la banda U2 que tuvo una gran acogida al ser una novedad y venir a rellenar ese espacio de gran sala de conciertos en el centro que le faltaba a Pamplona.
Ideada como café teatro y con el apoyo de una gran promotora como Last Tour International , la sala ha encontrado sus puntos fuertes en la versatilidad que ofrece como espacio. Puede ser una espacio diafano para escuchar un concierto con gran afluencia de público, una sala con mesas y sillas que permite a los clientes tomar algo mientras disfrutan de la actuación, un lugar donde comer y cenar en su gastroespacio o una discoteca nocturna con gran aforo que permite respirar sin agobios.
Con más de 300.000 visitantes por temporada, un aforo de 900 personas y una media de 150 eventos al año, la sala destaca por su variada programación y su cercanía con los distintos agentes comerciales y culturales . En esta línea, ha sido fuerza motriz de festivales autóctonos como Beltza Weekend, Iruña in Blues, Iruña Rock, Santas Pascuas, Fonrock y un montón de citas solidarias, mitines políticos, espectáculos infantiles, clases de zumba o danzas regionales a las que la sala ha prestado en colaboración, uniendo su visión empresarial a un concepto de hacer ciudad.
Allá se han visto muchos y buenos conciertos: Skunk Anansie, Anthrax, Zaz, The Coup, Berri Txarrak, Mark Lanegan, Lee Fields & The Expresions, Lila Downs, Primal Scream, The Jayhawks, Monster Magnet y un largo etcétera de todos los estilos musicales con el mejor sonido posible.
TOKI – LEZA ( CALDERERÍA, 7)

El stencil en la pared de la entrada de Josetxo Ezponda y la inspiración y dedicatoria expresa en la canción “La Esquina del Zorro” por parte de Barricada nos dice que estamos ante uno de los espacios que mejor encarna las esencias del rock en la Calle Calderería.
El Toki Leza de Calderería, el Toki para los fieles del lugar. Desde 1975 lleva abierto este pequeño espacio construido con losas de cementerios, vigas de ferrocarril, piedra, barra de roble y hasta un pozo del siglo XVII, elementos todos ellos que otorgan al lugar ese valor añejo de refugio musical
Famosos por sus jam sessions y conciertos de los domingos, el Toki lleva adelante el milagro de que un espacio tan pequeño pueda darse una programación de artistas venidos de lugares como California, Texas, Inglaterra, Francia, Alemania, Italia además de por supuesto del resto de la península y locales. Todo ello siempre de manera gratuita y con el blues, el punk, el country, el rockabilly y el rock&roll como hilo conductor.
Con unos parroquianos entre los que se encuentran un gran número de músicos y artistas de todos los pelajes y disciplinas, el bar es un respiro para la gente que quiere tomarse algo escuchando buena música o bien viendo la exposición mensual de sus paredes.
QWERTY ( MERCADERES, 18)

Este bar con nombre de teclado lleva más de 10 años dando guerra en la calle Mercaderes. Pensado como bar de pintxos, fritos y comidas en un espacio singular durante su horario diurno, las noches del fin de semana su suelo de madera invita a escuchar y bailar sesiones de música electrónica. Sus grandes ventanales hacen que en días grandes el local se abra hacia el exterior, haciendo que la fiesta invada la calle con el buen ambiente que desprende siempre su clientela.
Su apuesta por el house y la música electrónica viene desde los días de su apertura, permitiendo que djs locales aparezcan en bonitos diseños de cartelería y puedan aportar su granito de arena en una ciudad en la que cada vez quedan menos locales en los que bailar estas músicas.
Siguen abriendo ahora en franjas horarias que permiten tomar un café o un pintxo para llevar pero les falta algo tan importante como el poder hacer bailar para que Qwerty tenga sentido.
ÓRDAGO ( SAN GREGORIO, 21)

Si tienes menos de 30 años o bien tienes hijos que comienzan a salir seguro que habrás oído hablar de este bar situado en la calle San Gregorio.
El Bar Órdago nace en San Fermín de 2019 como una aventura de seis amigos con ganas de aportar algo nuevo en lo gastronómico y lo musical.
En marzo de 2020 el bar se consolida con su propuesta musical que da cabida a diferentes géneros. Hay varias citas importantes. Por un lado los jueves de cada mes Dj Reymi anima el cotarro en la fiesta reimyntxo mientras que un sábado al mes la fiesta Malecón de old reggaetón deja el espacio del bar aún más reducido de lo que es.
El año pasado casi saltan los muros del edificio con los graves a todo volumen del concierto de The Titanians y quieren seguir dando guerra con una selección musical variopinta a cargo de djs locales.
Reggae, trap, música urbana, funk o sonidos souleros para jóvenes inquietos es lo que Órdago nos trae cada fin de semana.
