Kokoshca han vuelto pisando fuerte con su nuevo disco. Con una carrera que va desde el amateurismo más puro a pasearse por festivales de todo el país (incluyendo los grandes como Primavera Sound o el Festival de Benicassim) y con la personalidad que otorga ser un grupo alejado del centralismo musical Barcelona-Madrid, dos años después de su celebrado anterior trabajo llegamos a “Algo Real”, un trabajo que quizá necesite más de una escucha para llegar a calar en los oídos del oyente, pero que una vez ha llegado, encaja perfectamente en el universo Kokoshca. Su anterior obra “Hay una luz” representaba un salto de calidad frente a los comienzos de “Únete a Kokoshca” (Birra y Perdiz 2008) o los diversos EPs donde dejaban muestras de su capacidad de hacer hits como “La Fuerza”, elegida una de las mejores canciones nacionales del año por diversas publicaciones especializadas.
En este último trabajo, las voces de Amaia e Iñaki se van turnando desde el arranque de cadencia flamenca de “Mi consentido”, la chulería entre guitarras de “Yo nací” o el pop a lo Christina Rosenvinge de “RBU”. El hit por disco que siempre nos ofrecen es “No queda nada”, un tema con similitudes argumentales sobre la soledad en compañía que era “La Fuerza” con un videoclip a la manera del “Smack my bitch up” de Prodigy, pero en el contexto de los lugares de encuentro de la música pamplonica y donostiarra. El disco continúa con el tema de aires rockabilly “No mires hacia atrás”, las guitarras caribeñas de “El Escultor” y el final con una nana de aires jazzísticos que es “Cuánta hermosura”.
Haciendo suyas las influencias tan dispares como Chavela Vargas, la suciedad de “Beat Happening” o el “New York” de Lou Reed, Kokoshca siempre son Kokoshca, y eso en el planeta mimético del indie se agradece. Sorprende que hayan dejado fuera otro hit que habían presentado anteriormente como es “Corazón Caliente”, pero eso quizá les dé algo más de personalidad a un grupo en claro ascenso.
