Santas Pascuas presentaba esta edición a varios artistas de una personalidad marcada. Con un cartel heterodoxo realizado con una visión artística del asunto, la cita es todo un lujo para las fechas navideñas y que con una gran respuesta de público nos da a pensar que pasaría si una cosa parecida se realizara con el mismo mimo durante la temporada estival. Aquí va lo que ha sido el resumen de esta edición de 2018.
DÍA 25: FIESTA SANTAS PASCUAS : THE MANI-LAS, ANGEL STANICH + NOVEDADES CARMINHA
Abrieron The Mani-Las, poderoso trío de nueva formación pero con una carrera detrás de todas sus integrantes. Con Maika Makovski a la voz, Mariana Pérez( Rubia) y la navarra Olaia Bloom ( Las Culebras) , su presentación en Pamplona fue todo un pildorazo de punk rock sudoroso en la escuela del rock and roll de guitarras afiladas a lo Kiss . Maika Makovski como vocalista de un power trio se aleja de su faceta más intimista y nos ofrece su versión más alocada en la que se estira y retuerce sobre el escenario o lanza algún bocadillo al público . Versiones de The Gun Club y el Wake Up Little Suzie de los Everly Brothers con asalto al público incluído en la que puede ser la mejor forma de comenzar un festival.
Tomo el relevo Angel Stanich. Sus hits en modo chulapo y voz nasal como «Matame Camión», «Escupe fuego» «Metralleta Joe» lo enlazan más con Burning, Los Ronaldos o Pereza que con Wilco u otros grandes de la tradición anglosajona. La banda se ve y disfruta a la vez que hace disfrutar un artista que no le hacen falta entrevistas para ganarse a un público que comienza a crecer a pasos agigantados.
Novedades Carminha se encargaron de subir la temperatura de la sala. Los de La Coruña Pertenecen a esa estirpe gamberra que de que el público piense de ellos que todos los días son días de fiesta. Ya alejados de aquella versión primigenia que sonaba 100 por cien garage, han abrazado una vía más pausada y a veces sentimental como la de su último album en la que enlazan momentos punk-funk como «Verbena» o «Te quiero igual». La apuesta es ganadora a juzgar por el momento de mayor apretón en las primeras filas de público con ganas de fiesta.
DÍA 28 NACHO VEGAS. AUDITORIO BALUARTE
El asturiano venía a presentar Violética, un disco producto de su tiempo que lo ha vuelto a poner en la primera fila de los artistas con mayor personalidad del indie español . Con unos grandes escuderos como Abraham Boba, Joseba Irazoki y Manu Molina y el gran sonido que brinda Baluarte , el concierto fue un lujo que mezcló la intensidad de su último álbum en temas como Crímenes Cantados, Ideología ( contra los CIES «porque el racismo institucional está normalizado » ) la cumbia en «Todos contra el cielo» y momentos acústicos como la preciosa a la vez que triste «Desborde» . Cristina Martínez ( Columpio Asesino) apareció para llevar adelante la murder ballad tragicómica de trístemente tanta actualidad que es «La última atrocidad».
Para la parte final recuperó«Nuevos Planes, idénticas estrategias» o «La Gran Broma final» » y se destapó como el anti-crooner en «El hombre que casi conoció a Michi Panero». Un concierto que sirvió para ver como su cancionero crece y crece al dejarse fuera temas que en otros artistas serían parte central de su directo.
DÍA 29: YUNG BEEF + MOISÉS NO DUERME. SALA ZENTRAL
El sábado de Santas Pascuas era un buen momento para comprobar el poder de atracción de una de las figuras del trap como Yung Beef que se saldó con un poco más de media entrada y que posiblemente deba mucho al poder de atracción de Moisés no Duerme . El rapero pamplonica se encargó de abrir la velada junto a sus fieles escuderos de Los Noctámbulos con Dj Reimya los platos. Con un viraje hacia el trap y sonidos más actuales en alguno de los temas de su último disco «Leve» , su rap de sabor clásico le ha granjeado una un gran legión de seguidores y es la parte en la que mejor se desenvuelve sobre las tablas. Ya no lo veremos al frente de Raperos De Emaús porque acaban de despedirse de los escenarios pero se espera que siga dando guerra en solitario a tenor del gran sabor de boca que dejó a los allá presentes.
Y llegó el momento de Yung Beef. Junto a Hakim y Goa, con un playback en el cual se cantaba por encima de las canciones y una prosa ininteligible( esto viene de serie), su presencia agradó a los fans y dejó frío a los curiosos, en una clara simplificación de la división actual de quien está dentro y fuera de las música urbana.
Cayeron varios de los hits de sus mixtapes como Guns And Roses, A.D.R.O.M.I.C.F.M.S o el egotrip de Beef Boy pero en general fue una actuación deslucida por el corto poderío vocal ayudado por el omnipresente autotune .
Será una cuestión de expectativas pero se espera más de alguien que ha protagonizado portadas de medios impresos y digitales, beefs ( haciendo honor a su seudónimo) de ida y vuelta y hasta campañas de moda. La lluvia de moviles y el entusiasmo de las primeras filas contrastaba con la apatía de las filas de atrás.
DÍA 31 :DELOREAN & OREKA TX + JOSEBA IRAZOKI ETA LAGUNAK. AUDITORIO BALUARTE
Joseba Irazoki fue uno de los grandes triunfadores de Santas Pascuas. Acostumbrado a estar en una segunda fila como un gran escudero de Athom Rumba, Erentxun, Petti o Nacho Vegas, su presencia pasaba por un aperitivo de calidad frente a la despedida de Delorean de los escenarios pero suplió con creces con su papel de telonero. Con una banda engrasada a pesar de los pocos ensayos y con Joseba en modo guitar hero el directo fue una lección de rock de todo un veterano de muchas guerras en el que sacó chispas a su fabuloso último disco «Zu al zara»?.
Uno de los caramelos que nos traía este festival era la posibilidad de poder escuchar uno de los últimos conciertos de Delorean antes de su separación.
Como ya hicieran hace poco menos de un año vinieron a presentar Laboa, el disco en el que rinden homenaje a un totem de la canción vasca. Si hemos conocido a los de Zarauz en una onda más dance, en este momento su propuesta artística pasaba por realizar un ejercicio de deconstrucción de la obra de Laboa desde el respeto y la devoción en donde a partir de los magmas de sonido emergía la voz sin filtrar del cantautor donostiarra.
Su concierto venía acompañado de los txalapartaris de Oreka Tx lo que añadía un plus a la experiencia sónica. El directo fue todo un tour de force que mezcló lo tántrico, el folclore euskaldun y la actualización de ya en su momento una vanguardia. Los famosos Lekeitios encontraban sustento en ritmos electrónicos a lo Kraftwerk y el público permaneció atento a una música electrónica tachada tantas veces de fría que encontraba calidez y sensibilidad al mezclarse con la voz de Laboa. En Txoria Txori fue el coro el que aportaba grandeza y solemnidad al conjunto en un directo que podría ser una pieza de museo de arte contemporáneo y que tuvo como gran virtud el expandir hacia otras latitudes un cancionero tan arraigado a un momento y a una tierra. Toda una experiencia para oír y sentir que no va a volver a repetirse.
4 DE ENERO CHRISTINA ROSENVINGE + NIÑO DE ELCHE. AUDITORIO BALUARTE
Eran ya muchos días de festival y eso se notó porque Baluarte no llenó todas sus butacas a pesar de lo atractivo de los directos. El público en su mayoría pasaba de la treintena cuando no de la cuarentena.
Christina venía a presentar el notable Un Hombre Rubio, un disco que muestra la dura relación paterno-filial escrita desde un yo masculino indefinido. Su directo nos mostró la variedad de registros que ha ido adquiriendo con el paso de los años en los que la profundida lírica y la sensibilidad es marca de la casa. En Romance de Plata explicó el tema que Rocío Marquez le pidió y que sirvió para reencontrarse con su padre, un amante del romancero de Lorca. Le siguió Ana y los Pájaros ,una de las mejores de su último album y que en sus palabras es «una oda al cunnilingus». Para la parte final y con una Christina más fuera de corsés dejó La autoparodia de La Muy Puta, la más pop «La Distancia Adecuada» o La tejedora . El bis en modo vals de La Piedra Angular que en sus palabras iba a a crooners como Nacho Vegas o Loquillo y que finalmente acabó quedándose ella fue un precioso broche para un concierto que se hizo corto.
Por su parte lo de Niño de Elche fue toda una lección pedagógica no sobre el flamenco ( que también) si no sobre su propia obra. Ya en la entrada se nos entregaba un programa de mano con cada una de las canciones que se iban a interpretar en un gesto didáctico que habla a las claras que su arte quiere ser comprendido. Salió al escenario y se fue vistiendo de gala para dar su concierto ante un público atónito que empezaba a comprobar como el gusto por epatar y el sentido burlón con los cánones está en el adn del ilicitano.
Durante el concierto soltó grandes titulares con puya incluída a esa famosa crítica del ABC («El flamenco no es patrimonio exclusivo de los andaluces por suerte, si no a saber donde estaría») o el sentido del humor con su propia obra (» puede haber políticos en la tribuna que piensen que esto es una mierda y se acaba el Festival») .
No faltaron temas como “La Farruca de Juli Vallmitjana” o «Seguiriyas del silogismo» con el solo acompañamiento de una guitarra y las modulaciones de voz que tan nerviosos ponen a los autoproclamados defensores de la pureza en el cante. Cerró con «Rumba y bomba de dolores» en modo más verbenero electrónico en un fin de fiesta que puede ser un resumen de la heterodoxia del artista que es a la vez la del festival que le da cabida y que esperamos vuelva a contar en próximas ediciones con personalidades tan marcadas como las de esta ocasión.