Crónica Santas Pascuas día 25: Souvenir, Bigott, Atom Rumba, Columpio Asesino djs

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Llegando al sold-out a medida que avanzaba la tarde, el día 25 fue un momento de reencuentros entre pamplonicas, el primero el de Souvenir, que se subía a un escenario después de más de tres años de parón. También lo fue el de Atom Rumba, que ya no se recuerda cuando fue la última vez que pisaron un escenario de Pamplona. Del mismo modo el concierto supuso la reunión de mucha gente que aprovechó la tarde para juntarse con sus respectivas cuadrillas después de la comida de navidad y ya desde horas antes se podía notar el lleno en los bares adyacentes a la Sala Zentral.

 

          El concierto dió comienzo con Souvenir y el «¿Teneis ganas de bailar?» de Patricia de la Fuente al gran número de personas que ya habían acudido a la sala. Alejados desde hace tiempo de sus directos de pop de influencia sixties, su propuesta technopop nos quiere hacer bailar desde el minuto uno de concierto. La bola de la discoteca empezó a girar pronto con “Aimé-Moi” para tras ello acordarse de aquellos que cuentan con el grupo para volver a pisar los escenarios de Pamplona después de tanto tiempo sin hacerlo.  El momento más emotivo llegó con el recuerdo a un tótem de la escena pamplonica como Roberto Cía Meyer en un tántrico tema que el que escribe estas líneas desconoce. Tras este recuerdo y con una visiblemente emocionada Patricia se dio paso a la batería de hits como “Dance it away” y la muy  The Tin Tings  “Monkey See, Monkey Do”.

     Esta propuesta de baile habría encajado bien como fin de fiesta, pero eso no quitó para que el público, sobre todo las primeras filas dieran rienda suelta a sus ganas de bailar. Esperamos que la próxima vez no pase tanto hasta volverlos a ver sobre el escenario y si puede ser con nuevo trabajo bajo el brazo.

          Tras Souvenir llegó el tiempo del zaragozano Bigott, que también es otro que ha realizado un giro estilístico alejándose de la senda inicial del folk que practicaba en sus primeros discos para realizar un ejercicio de pop más accesible que le ha abierto las puertas de numerosos festivales. Es sencillo dejarse llevar por el excéntrico personaje que encarna Borja Laudo sobre el escenario, con pelo largo y camisa hawaiana en plenas navidades. Tanto él como su banda suenan más serios y engrasados en el momento que quieren hacer ese pop con regusto del indie noventero británico a lo Mercury Rev de sus últimos discos.

       El concierto estuvo basado en su flamante último disco “My Friends are Dead” aunque también hubo tiempo para rescatar composiciones anteriores como “Baby Lemonade, muy apreciada por el público o «Dead Mum Walking» .   También dejó espacio para las versiones, una del «10:15» de The Cure que encaja muy bien con el resto del repertorio «Bigottiano» lo mismo que el tema ganador de Eurovisión 1965 por Luxemburgo , «Poupée de Cire, Poupée de Son» de France Gall.

           Tras la despedida entre numerosos aplausos de Bigott llegó el momento de Atom Rumba, que tras un inicio titubeante que pareció más una jam-sesión , un “como estais hijosdeputa”  de Íñigo “Cabezafuego” a modo de presentación nos venía a hablar claro  sobre lo que vendría después.  De nada importa los casi seis años sin pisar un escenario juntos (aunque justo antes los habíamos tenido en Tolosa y Azkoitia), Los bilbaínos se pusieron el mono de trabajo para ofrecernos otra de esas actuaciones sudorosas de rock a lo Jon Spencer con las que tienen acostumbrados a la parroquia. Por momentos sonando Krautrock y yendo de menos a más como mandan los cánones de un buen concierto, los aullidos de “Cynic skin” y el falsete de “Body Clock” animaron a un público que ya de por si estaba bastante animado en esta traca final de la jornada. Da que pensar que sería de este grupo si fueran americanos o suecos.

           El fin de fiesta llegó con los integrantes del Columpio a los mandos en los que pusieron todo aquello que les influencia; Beck, The Raveonettes, Smashing Pumpkins, el “Ashes to ashes” de Bowie  que con un gran sistema de sonido suena glorioso. Se lo pasaban bien ellos y nos lo pasábamos bien nosotros. Es un gusto escuchar esos temas en una sala grande en Pamplona y por desgracia no sucede muchas veces.

               Esta primera edición continúa en otros espacios como Baluarte con un formato mas de cámara como Micah P Hinson o Christina Rosenvinge pero esperamos que el año que viene haya más Santas Pascuas con este sabor local en el día de navidad, hay bandas de sobra para llenar una e incluso dos jornadas.

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