Embajador de la música electrónica chilena y bebiendo de dos escenas tan aparentemente antagónicas como son Alemania y el continente sudamericano, el artista Matias Aguayo ha sido capaz de extraer lo mejor de estos dos mundos para crear su propio sonido en el que cabe el tropicalismo, los ritmos africanos, la cadencia latina y el sentido del humor tan en falta en la escena de club. Aquí está una breve bio con los temas más representativos del artista que visita Katos Disco este sábado.
LOS INICIOS
Chileno de nacimiento, Matías Aguayo creció a 40 km de Colonia en un pueblo llamado Kumasbach , lugar donde fueron a vivir sus padres huyendo de la dictadura de Pinochet. Allá en Alemania vivió en un ambiente conservador, lo que no echó atrás a un joven Aguayo que ya experimentaba con la música ante una falta de entretenimientos que la pequeña ciudad le ofrecía. Escuchaba las cosas interesantes que aparecían para crear su propia identidad musical que bebe de las dos partes sin identificarse con una de ellas. Fueron los años en los que empezó a escuchar las cosas más de carácter popular como Victor Jara, Beatles o Los Jaivas por influencia paterna junto a innovadores en el sonido disco-funk, electro o new wave de D-train, Grace Jones, o Grandmaster Flash.
El método autodidacta le hacía investigar para realizar sus primeras incursiones en la creación musical con una computadora Amiga, grabando sonidos y dándoles la vuelta, utilizando un multipistas o acelerando las velocidades. La fase creativa de esta primera etapa es para Aguayo de pura experimentación y “do it yourself” en una época en la que las pocas ofertas de ocio hacen que el chileno-alemán investigue y comience a crear sus primeras composiciones sin mayor interés que el de poder pasar el tiempo.
CLOSER MUSIK
-Matías Aguayo y Dirk Leyers, Closer Musik-
La llegada a Colonia con la mayoría de edad y el encuentro con los espacios sociales como las tiendas de discos y las salas de conciertos es lo que propició el encuentro con la escena musical de creadores. Fue durante estos años en los cuales Matías Aguayo realizó su primer proyecto serio en la música, un dúó llamado Closer Musik que constituyó una incursión dentro del pop ambiental junto a Dirk Leyers.
Junto a este proyecto de 1999 y ya junto al capo del sello Kompakt Michael Mayer, trabajaron conjuntamente bajo el alias Zimt, editando un EP titulado UOAA en el que ya daba muestras del sonido que estaba por venir e infectar las pistas de baile en lo que se conoció como minimal y que corrió como la polvora por toda europa a mediados de los 2000. En el videoclip promocional podemos ver a un joven Aguayo paseándose con vestidos monocolor en una época en la que todavía se realizaban videos de música electrónica de corte más underground.
Durante un tiempo estuvo trabajando con el alias Zimt hasta el momento en el que sacó junto a Michael Mayer, un 12 pulgadas compartido y que venía a confirmar la calidad en la producción que le abriría las puertas de cara a un disco de larga duración en solitario.
EL BAILE ALEMÁN DE KOMPAKT
Si hay sellos con solera dentro de la electrónica europea uno de ellos es Kompakt. Como muchos sellos, nació a partir de una tienda de discos por iniciativa de Michael Mayer y Jurgen Päape. El sello ha marcado la música de baile de la pasada década donde ha mezclado la música de corte minimalista con pop, krautrock o ambient. Famosas son las series Immer, los recopilatorios Pop Ambient o las compilaciones Total donde hacen resumen de su sonido y en los que Aguayo ha sido un fijo.
A través de este sello salió “Minimal”, el primer tema que suena fuerte de Matías y que supone una contestación a ese supuesto encasillamiento en el sonido minimal con el que se señalaba al sello Kompakt y por extensión a toda la electrónica que salía a mediados de los 2000.
Clubbers don’t dance, clubbers don’t dance, cuz that music got no groove, got no pause
no me hace pumpin’ pumpin’ pumpin’ Porque yo quiero bailar con un ritmo màs nocturno, màs
profundo, màs sensual, basta ya de minimal.
“AY AY AY” (2009) PRIMER LARGO EN SOLITARIO.
En 2009 llegaba por fín el primer larga duración de Matias Aguayo. Un disco de música bailable en el que tira de percusión tribal, reverberaciones mediante varias capas de sonido en las que su propia voz que por si sola es capaz de crear una melodía sobre las bases electrónicas, algo heredado de las fiestas bumbum box que Aguayo y sus asociados realizaban en ciudades como Buenos Aires. Este primer trabajo es una mezcla de la psicodelia en la onda Animal Collective con tribalismo africano y calidez latina. El single “Rollerskate” en el que el lado vocal simula el circular de unos patines se te puede quedar zumbando en la cabeza en solo dos escuchas y es una buen ejemplo del sonido del álbum.
LA COMUNIDAD “CÓMEME”
En 2009 también nacería por iniciativa propia el sello “Cómeme” . La creación de este sello supone reencontrarse con las raíces sudamericanas, que siempre han estado ahí pero que aquí se manifiestan de manera más clara. El sello tiene un objetivo internacional en donde se busca un espacio para poder mostrar la música de baile alternativa del cono sur en la que entra la cumbia, el house, los sonidos africanos al estilo “Township Funk” de Dj Mujava o el techno.
Con este sello se busca combatir todo lo más conservador del contexto musical sudamericano y se apuesta por la creación de una comunidad a través de sus integrantes. En Cómeme, el aspecto empresarial de la música está un poco más dejado de lado y hay un claro interés en que la música penetre a través de diversos actos como pueden ser las fiestas en el espacio público, el desarrollo de un propio programa de radio( Radio Cómeme), las noches dedicadas al sello y en general un acercamiento a la música de la manera más naïf .
-Matías Aguayo, Rebolledo y Daniel Maloso durante un set de Cómeme-
El ideario Cómeme conlleva una preeminencia de lo artístico sobre las aspiraciones comerciales en la que el sentido del humor, la falta de prejuicios y una apuesta contestataria al eurocentrismo que domina la electrónica están muy presentes.
Gracias a este sello hemos conocido a artistas como Rebolledo con su notable disco “Super Vato”, Daniel Maloso o el carismático Alejandro Paz, que ya visitó Katos Disco hace dos años en lo que fue una de las mejores noches del club de la cuesta de Labrit.
Uno de los primeros temas en salir en este sello es la colaboración entre Aguayo y Rebolledo, titulado “Pitaya Frenesí”, una tonada hipnótica con vocales en la onda EBM europea.
THE VISITOR (2013) , EL SUCUTUCU ESE RITMO LOCO.
El último trabajo hasta la fecha es “The Visitor” . Para explicar por qué el título del álbum el propio Aguayo contaba una historia propia de David Lynch en la cual afirmaba que durante una fiesta en abierto en el Cerro San Cristobal de Santiago de Chile, un extraño visitante hizo acto de presencia y lanzó ondas negativas a partir de la antena que preside la montaña. La música se encendía y apagaba, las mesas en las que estaban el equipo montado se iban hacia atrás en una experiencia que resultó un shock para el artista chileno. De ahí el título de The Visitor y el tema “By the graveyard” en donde habla de esta paranormal experiencia.
Musicalmente el álbum es otra deconstrucción de la música de baile en favor de lo orgánico antes que de los sonidos salidos de un laptop y mezcla elementos latinos, loops hipnóticos y technopop.
El álbum tiene la cima de “El Sucutucu”, un narcótico hit en los que esa sensación de comunidad “Comeme” citada anteriormente aparece cuando van siendo nombrados sus integrantes a lo largo de la letra del tema y terminando con un estribillo tan surrealista como adictivo. Como curiosidad son ya tres los artistas citados en la letra que han pasado por Pamplona. Alejandro Paz, Sano y el propio Matías, ¿quien será el siguiente? ¿Daniel Maloso? ¿Rebolledo? Sea quien sea, la comunidad electrónica de Pamplona estará encantada.
Matías Aguayo estará este Sábado en Katos Disco junto a Piek y Rosauro Lazcoz a partir de las 23:00. Escucha su Boiler Room en el que resume su sonido.
